Hace unos días compré en una tienda unas letras de madera. La verdad que no sabía muy bien para que las podía usar, pero pensé que se me ocurriría algo.
Y así fue, se me ocurrió una actividad muy sencilla, que no necesita muchos materiales. Solo necesitamos hojas de colores un rotulador y nuestras letras. Escribiremos a rotulador el nombre los
niños y después ellos tendrán que copiarlo colocando las letras en el mismo orden.
A veces, hacer actividades con materiales diferentes hace que los niños además de aprender, mejoren su creatividad.
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